El sombrero cayó
de la cabeza del señor
y solo se quedó
en la calle.
Nadie para socorrerlo.
Los autos pasan sobre él
las personas y los perros
también.
No corría viento
y el sombrero murió atropellado
por un camión malvado.
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1 comentario:
Yo no dejo mis gorros,
el mejor invento, te cubren del infernal sol de stgo.
Lo mejor es que hay de diferentes formas y colores, para cabezas flacas y para cabezones.jajajajaja
Saludos Raquel.
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