ODA AL AGUA. Por Bonifacio Boli, indonés.

Blanco es tu color
puede fluir a todas partes
puede dar vida
puede dar frescura
puede limpiar
puede satisfacer
esa sed
puede destruir
puede lesionar
pero nosotros no vivimos sin ella

ODA AL COTONITO, Por Anónimo, brasileña.

Pensé que había te olvidado

Olvidado en otro mar

Busqué a alguien como tú

Pero siempre será insustituible

Oh, la limpieza en mis oídos,

que ya no pueden distanciarse
y tiemblan en tus caricias

El mar me recuerda a sus bastones
Que aquí son de color blanco como en los valles

Quiero decir Valles Nevados

Blanco como la nieve, las nubes, hasta algunas aves
Blanca como la lana de oveja, y se ofreció a terminar el invierno
Pero, sobre todo, como el algodón
El algodón que ha realizado
Hijo de la madre tierra, cotonito ...

ODA A LA MADRE GRECIA. Por Tristán Douros, griego.

¡Oh, Madre Grecia, que interesante que es tu historia

que grandes pensadores creaste, filósofos, matemáticos, físicos, astrónomos y muchos más.

Que importante lugar de cultura que eras, en un tiempo.

Generaciones y generaciones han nacido y muerto en tu tierra,

algunos buenos, algunos malos, también algunos con mentes ingeniosas,

de cuyos nombres todavía se está hablando por sus grandes descubrimientos

Oh, Madre Grecia, que importante que eras.

pero ahora, ¿qué eres?

nada más que un destino turístico y un monumento histórico.

Lo único grande que has creado en esta era moderna

es tu gran duda.

Que lástima ser griego en este tiempo

es triste saber que el pasado era tan bueno e importante

pero que tu futuro podría ser tan inestable y dudoso.

ODA AL SUERO FISIOLÓGICO. Por Nívea Canali, brasileña.

Nunca me gustó ponerte
en mi nariz.
Siempre te vi como a un enemigo.
cuando mi nariz estaba trancada
prefería morir a, del bolso, sacarlo.
mis vías aéreas te pedían
pero yo no lo quería.


Viví sin ti
todos los días 
hasta aquí.


Ahora te necesito
más que nada
para poder quedarme en Santiago
de ti tengo que hacerme amada.


Para mis vías
tu auxilio
ven como un consuelo
ellas, las aéreas, 
te piden, por favor,
mójanos
porque
¡sin usted, querido suero!
somos como un desierto de sal
seco
sin vida
sin agua
sin aire.


ven ahora, suero,
y termina con mi desespero.

ODA A LAS MANZANAS. Por Jun Ying, australiano de origen chino.

Una manzana
verde o roja
ambas son deliciosas
¿cómo no me gusta?
una manzana cada día
dice la gente
no necesita doctor
¿cómo no te gusta?
zumo de manzana
dulce de manzana
piel de manzana
todas son ricas
¿cómo no le gusta?
una manzana
por desayuno
o por almuerzo
o por cena y por toda la semana
¿cómo no nos gusta?

ODA A LA PALTA. Por Greg Burns, estadounidense.

Mi palta
tan verde, como los bosques de todo mi
y café en el centro
como la tierra de la tierra
mi brindis por la mañana
con palta
mi sandwich
con palta
y salame y lechuga y tomate y palta
pan con palta
mi ensalada
con palta
mi refrigerador
con palta
mi plato
con palta
mi cuchillo
con palta
mis labios
con palta
yo brindo con mis labios
por la palta
mi estómago
con palta
mi cuerpo con palta
mi parte favorita de Chile
es mi palta.

OSA A MIS ZAPATOS Por Vandrelís Rivas, brasileña.

Mi armario se llenó de zapatos
negros, blancos, marrones y
rojos.
Son tantos que hasta
me pierdo
Su importancia es de gran valor
no hay dinero que los compre
Sin ropa, sin tollas
pero no sin ellos
me hacen caminar mas delicado
me guían adonde quieren
sencillos, adornados,
coloridos y sin color
reyes y majestades
reinas y princesas
son como estrellas
tienen iluminación propia
producen confianza
misterio
amable con sus
pies
que van a ponerlos
para ti
sólo son zapatos,
para mí la vida

ODA AL PEBRE. Por Per Jonas Mattila, sueco.

Tú no existes de donde yo soy

yo te encuentro lejos

pequeñas partes que forman un total

con un sabor exótico, tú me gustas

mucho

ODA A MI PRIMER CAFÉ DE LA MAÑANA. Por Jennifer, canadiense.

Brilla el grano de café
grasiento y liso
alusión del aroma que viene
molido por un poder terco
su aroma divino, surge
rico y tentador
ahogado en agua caliente
tú alojas su alma
en mi taza pequeña
¡oscuro, amargo y lleno de cafeína! ¡oh, cielo!

ODA AL SOMBRERO. Por Raquel Anastasia, brasileña.

El sombrero cayó
de la cabeza del señor
y solo se quedó 
en la calle.
Nadie para socorrerlo.
Los autos pasan sobre él
las personas y los perros
también.
No corría viento
y el sombrero murió atropellado
por un camión malvado.

ODA A MIS GAFAS DE SOL.Por Jessica Rodrígues, brasileña.

Son negras, misteriosas,
tú no puedes ver
lo que hay detrás
de ellas.
tienes esta forma
tan elegante, dibujo
moderno con detalles
sutiles.
con ellos en mi rostro
puedo mirar donde
tengo voluntad,
sin recelar las
varias miradas de
aprobación o reprobación, 
que tú no puedes mirar.
Protege mis ojos de los
rayos solares, y entonces
comienzo a admirar las
cosas con más claridad.
Con aquellos rayos de 
sol tan intensos, que
insisten en iluminarte.

ODA AL AJÍ. Por Isabela Vellozo, brasileña.

Fruto tan raro
de sabores intensos
que seducen los sentidos
rojos, amarillos,
verdes, maduros,
secos, frescos,


me encanta tu sabor
picante, pero dulce,
aromatizas pescados
condimentas ensaladas
calientas ensaladas


brillantes colores
ardientes sabores
traes calor a la vida
despiertas mi risa
envuelves mi boca
me pones roja
me haces llorar

ODA A MI COMPUTADOR. Por Thiago de Oliveira, brasileño

Que amigo tan bueno

guarda todos mis secretos

me ayuda cuando lo necesito

mi computador

mi amigo

que memoria tiene

nunca se olvida de nada

tampoco de mi amor

que por él nunca se acaba

que rapidez, que maravilla

como el vuelo del cóndor en el cielo azul

su color negro me encanta 

brilla como el rocío al amanecer

está siempre junto a mí

en los buenos y malos momentos

siempre dispuesto

todos los días

las tardes

las noches

estamos juntos, inseparables

mi computador

te ofrezco todo mi amor

ODA A LA CAIPIRIÑA. Por Victoria Marchesan, brasileña.

Y en la fiesta
si no hay felicidad
buscamos el limón y la cachaça
que se mezclen con azúcar
que nos suba a la cabeza y nos salve del aburrimiento
La caipiriña del interior
que de su origen hasta al mundo se extendió
si la cerveza no te alcanza
con la cachaça hay esperanza.